Detrás de un coche
RELATO XLIII – Detrás de un coche Durante un tiempo el destino y sus jugarretas no me dejaban vivir tranquila. Bastaba que no quisiera verle para encontrármelo por todas partes, casi a diario. Era demasiado casual, y lo peor de todo que cada vez que se cruzaba conmigo o nos encontrábamos, se escondía o hacía…